Estudio Prospectivo de la Ciudad de México

ANTECEDENTES
Entre 1998 y 2004, más de 150 000 adultos mayores de 35 años (100 000 mujeres y 50 000 hombres) y residentes de dos distritos contiguos de la Ciudad de México brindaron información sobre su estilo de vida e historial de enfermedades durante visitas a domicilio. Adicionalmente, se obtuvieron medidas antropométricas (incluido peso, circunferencia de cintura y cadera y presión arterial) y una muestra de sangre de todos los participantes.
Una nueva encuesta (re-encuesta) de 10 000 participantes sobrevivientes (realizada entre 2015 y 2019) capturó cómo los estilos de vida, las medidas antropométricas y biológicas y el uso de medicamentos para enfermedades comunes (por ejemplo, para diabetes) han cambiado con el tiempo. Esta re-encuesta permitió evaluar mejor la relevancia para la muerte prematura de características que pueden variar con el tiempo (como la presión arterial y el tabaquismo), además de incluir nuevas mediciones (como bioimpedancia, evaluación de función cognitiva y recolección de muestras de orina).
Actualmente, se está realizando un seguimiento de la mortalidad de todos los participantes a través de la vinculación con los registros nacionales de mortalidad de México. Para enero de 2021, se confirmó que habían muerto más de 28.000 participantes. MCPS ofrece la oportunidad de estudiar cómo factores sociales, de estilo de vida, físicos, metabólicos y genéticos influyen en las principales causas de muerte en adultos mexicanos en una sola cohorte grande que cuenta con seguimiento epidemiológico por más de dos décadas.
DESCUBRIMIENTOS IMPORTANTES
BIOMARCADORES RMN Y ADIPOSIDAD
La obesidad aumenta el riesgo de muchas enfermedades en parte debido a alteraciones en la forma en que el cuerpo descompone los carbohidratos y las grasas, lo que se refleja en las moléculas que circulan en la sangre. En la obesidad, el riesgo de desarrollar enfermedades puede variar dependiendo de si la grasa se acumula en el cuerpo en general (adiposidad total), en la parte media del cuerpo (adiposidad abdominal) o alrededor de las caderas (adiposidad glúteo-femoral). Nuestros análisis muestran que una mayor adiposidad total y abdominal se relaciona negativamente con numerosas moléculas en la sangre que están relacionadas con la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardíacas. Sin embargo, dada la adiposidad total y abdominal, encontramos que una mayor adiposidad glúteo-femoral se relaciona favorablemente con dichas moléculas. Leer artículo completo.
DESCUBRIMIENTO DEL VÍNCULO ENTRE GPR75 Y LA OBESIDAD
En colaboración con científicos del Regeneron Genetics Center® (RGC), combinamos los datos de la secuencia del exoma de los 150 000 participantes en el MCPS con datos de otras 500 000 personas en el Reino Unido y los EE. UU. Descubrimos mutaciones genéticas raras en el gen GPR75 que están asociadas con menor riesgo de obesidad. Se encontraron mutaciones de "pérdida de función" que confieren menor riesgo de obesidad en aproximadamente una de cada 3.000 personas secuenciadas. En este estudio, las personas con este "superpoder" genético tienen un índice de masa corporal (IMC) 1.8 kg/m2 más bajo en promedio y 54 % menos riesgo de obesidad. Este vínculo entre dichas mutaciones en GPR75 y un IMC más bajo fue confirmado mediante un estudio en ratones en los que se desactivó el gen GPR75. Los resultados sugieren por primera vez que la inhibición farmacológica de GPR75 puede ser un objetivo terapéutico tanto para la obesidad como para las muchas enfermedades que resultan de la obesidad. Leer artículo completo y comunicado de prensa.
DIABETES Y MORTALIDAD POR CAUSA ESPECÍFICA
Al momento de ser invitados a participar en el MCPS, casi la mitad de las mujeres y un tercio de los hombres de 50 a 59 años tenían obesidad (es decir, un IMC ≥30 kg/m2) y, a los 60 años, más de uno de cada cinco tenía un diagnóstico confirmado de diabetes. De aquellos con diabetes previamente diagnosticada, el análisis de las muestras de sangre reveló que, en promedio, los niveles de glucosa (azúcar) en sangre estaban muy por arriba de los considerados “en control”. Durante los siguientes 12 años, las personas con diabetes tuvieron una tasa de mortalidad por cualquier causa cuatro veces mayor entre los 35 y los 74 años en comparación con las personas sin diabetes. En comparación, en países de altos ingresos se ha documentado que las personas con diabetes tienen solo el doble de la tasa de mortalidad que las personas sin diabetes. En este estudio, el mayor exceso de riesgo de muerte entre las personas con diabetes fue por enfermedad renal, seguida de enfermedades cardíacas y vasculares, infecciones y crisis diabéticas agudas (que también reflejan un control deficiente del azúcar en la sangre).
En general, el exceso de mortalidad entre las personas con diabetes representó al menos un tercio de todas las muertes entre las edades de 35 a 74 años, que es el doble de lo que habían sugerido estudios anteriores. Leer artículo completo.
TABAQUISMO Y MORTALIDAD POR CAUSA ESPECÍFICA
Fumar es común entre los adultos mexicanos (particularmente los hombres) pero, a diferencia de otras poblaciones, muchos fumadores reportan que fuman menos de una vez al día o solo unos pocos cigarros al día. En este estudio encontramos que incluso este patrón de "tabaquismo diario de baja intensidad" se asocia con una mayor mortalidad, particularmente por cánceres respiratorios, enfermedad pulmonar obstructiva crónica y enfermedades gastrointestinales y vasculares. De aquellos participantes que fumaban en promedio 10 cigarrios al día, alrededor de un tercio murió debido a este hábito. Sin embargo, como en otras poblaciones, aquellos que dejaron de fumar redujeron sustancialmente estos riesgos. Leer artículo completo.
ADIPOSIDAD Y MORTALIDAD POR CAUSA ESPECÍFICA
La obesidad hace que la diabetes y varias otras enfermedades crónicas sean más comunes, pero estas enfermedades pueden resultar en una pérdida de peso sustancial, ocultando así la razón por la que surgieron en primer lugar. Para evitar ser engañados por este fenómeno llamado causalidad inversa, investigamos la asociación entre la adiposidad y la mortalidad excluyendo a las personas quienes, al momento de ser invitados al MCPS, ya tenían evidencia de alguna enfermedad crónica, y enfocamos nuestra atención en las muertes que sucedieron más de cinco años después del inicio del seguimiento de los participantes.
Encontramos que tanto la obesidad general como el exceso de grasa alrededor de la cintura son los principales factores de riesgo de muerte prematura en esta población, con fuerzas de asociación similares a las observadas en poblaciones de altos ingresos. En aquellos con IMC>25 kg/m2, cada aumento de 5 kg/m2 se asoció con un aumento del 30% en la mortalidad.
Además, entre las personas cuyo IMC era similar, la circunferencia de la cintura tiene una relevancia adicional en la mortalidad, lo que sugiere que la obesidad abdominal es particularmente dañina. Leer artículo completo.
Más recientemente, encontramos que el IMC está fuertemente asociado con la muerte por COVID-19, con una diferencia de cuatro veces en el riesgo de mortalidad por COVID-19 entre aquellos con un IMC ≥40 versus aquellos con un IMC <25 kg/m2. Sin embargo, incluso durante 2020, otras causas de muerte representaron más del doble de muertes que la COVID-19, por lo que la relevancia absoluta del IMC para la mortalidad fue mayor para el conjunto de esas otras causas que para la COVID-19. Leer artículo completo.
PRESIÓN ARTERIAL Y MORTALIDAD POR CAUSA ESPECÍFICA
Aunque se sabe que la presión arterial elevada es una causa importante de muerte prematura en poblaciones de países de ingresos altos, hay poca evidencia directa en estudios de poblaciones en América Latina. En este estudio confirmamos que la presión arterial es un factor de riesgo importante para mortalidad por una variedad de enfermedades en población Mexicana. El riesgo conferido por los niveles de presión arterial es especialmente relevante para la mortalidad por enfermedad vascular y renal. Notablemente, no se encontró un nivel "umbral" por debajo del cual una presión arterial más baja no se asociara con un riesgo de muerte más bajo.
Debido a que las personas con diabetes tienen un riesgo sustancialmente mayor que las personas sin diabetes, las tasas absolutas de exceso de mortalidad asociadas con la presión arterial elevada fueron mucho más altas en las personas con diabetes. Leer artículo completo.